miércoles, 11 de marzo de 2015

Cómo Negocian los Colombianos?


ENSAYO CRÍTICO
¿CÓMO NEGOCIAN LOS COLOMBIANOS? - Enrique Ogliastri

“Negociar es ponerse acuerdo”.
Muchos piensan que negociar es una actividad de empresarios o de políticos. Pero cada vez, es más claro que negociar es un acto cotidiano, de vivir entre contradicciones y acuerdos con otros, es una parte fundamental en la existencia humana, es tan común en nuestro diario vivir, que negociamos todos los días, pequeñas y grandes cosas. Un ejemplo claro de una manera de negociar es cuando llegamos a la casa y negociamos que canal de televisión se quiere ver, el turno del baño para ver quien lo va utilizar, que comida quieres comer y que plato deseas probar, quien hace los oficios de la casa para que se trabaje en grupo y las cosas salgan bien y se haga todo lo que se desee, cuando tenemos una pareja ponerse de acuerdo a que sitio se quiere ir a comer, o que película se quieren ver, hasta que sitio se quiere viajar; es todo absolutamente todo, que uno negocia con otras personas para ponerse de acuerdo y hacerlo mejor.

Para poder negociar con alguien, siempre se tendrán preguntas muy frecuentes como ¿Cuándo se resuelve un conflicto mediante la negociación?, lo primero que se debe tener en cuenta es que exista un deseo o voluntad de hacer las cosas por ambas partes, se busca negociar no imponer nuestros puntos de vista, o tampoco que nos los impongan, el primer impulso ante un conflicto no es negociar si no de ganar la batalla. Uno aprendió a negociar en su casa, cada vez que impuso agresivamente sus deseos, cedió, luchó para llegar a una situación intermedia, convenció, o buscó una buena solución para todos; ahí es donde uno se pregunta ¿Cómo se resolvían los conflictos entre usted y sus padres? ¿Se imponía el punto de vista de ellos sin muchas explicaciones?, varios interrogantes en donde uno analiza si de verdad supo negociar o peleo un punto de vista a su favor para no sentir que ha perdido algo.
                                                                                                
Hace pocos años negociar no se aprendía en el colegio o la universidad sino en la práctica cotidiana, en el día a día de nuestras vivencias. Esto hace que ante un conflicto se negocie por instinto, por reacción instantánea, como un acto aprendido desde la infancia y no como un proceso mental "fríamente calculado". Los dos modelos de la negociación tradicional y nueva teoría de negociación son: la tradicional que hace alusión a la competitividad o posición personal que tenga el individuo frente a una negociación, sin dejar que la otra parte gane, su proceso es mediante el regateo obtenido como fin un perdedor y un ganador;  el segundo modelo es la integrativa la cual sugiere unos principios, el beneficio mutuo, el gana - gana y el intercambio de interés, esta es la tendencia a utilizar en la negociaciones extranjeras.

Los colombianos somos negociadores de regateo: pedir mucho para rebajar después, buscar el punto medio entre los dos, creer que si el otro gana uno pierde. Esto lo hemos aprendido en casa: "Yo le exigí a mi hijo que llegara a las doce de la noche, ni un minuto más. Yo sé que no llegará a las doce, pero al menos con seguridad lo tendré en casa a la una", "Entreguen las armas y después negociamos", casos comunes que son percibidos por los Colombianos en su diario vivir;  Así aprendemos que negociar es regatear.

También es común en Colombia un comportamiento de no negociar, como decía una amiga en su adolescencia: "Es mejor no pedir permiso, porque puede que le digan a uno que no". Así cada cual actúa independientemente del otro, sin negociación o común acuerdo.

Cada persona en Colombia tiene su manera para  resolver un conflicto que requiere del  sacrificio de una de las partes, somos excelente improvisadores, todo los dejamos para lo último, expertos en diseñar negociaciones a corto plazo, con una posición fuerte que a veces se exagera en sus soluciones, algunas son ventajosas y no importa el beneficio del otro.
Esta concepción colombiana es todo lo contrario a la negociación integrativa la cual intercambia soluciones, donde busca beneficios mutuos. El proceso de solución de los problemas que se nos presentan es involucrando como mínimo por dos individuos, donde puede ser a largo plazo pero que llegue hacer un mutuo respeto como si fuéramos socios.

Por otra parte la negociación de la reglamentación ambiental ha tenido ciertos avances, se han definido normas ambiciosas donde se involucra a la comunidad en vez de dar órdenes y excesivos controles que en la mayoría de casos  trae incumplimientos, pleitos legales, corrupción, etc; Se ha tratado de pasar a la preocupación real por la comunidad trayendo con esto una nueva mentalidad de negociación. ¿Quiere esto decir que somos esclavos del pasado, que sólo repetimos lo que aprendimos en la negociación cotidiana? Naturalmente no. Uno puede cambiar y crecer; aprender por medio de experiencias y no caer en los mismo errores; la cultura está viva y se puede desaprender o con el transcurrir del tiempo las mismas costumbres cambian y solo queda lo que se aprende. Para mejorar nuestra manera de negociar debemos empezar por darnos cuenta de cómo actuamos en la vida cotidiana, que seamos leales y realistas.

No es un obstáculo la edad ni el sexo al momento de afrontar una negociación, por el contrario hay que sacar el mejor provecho tratando de crear valor y beneficio para obtener los mejores resultados; la manera más inteligente de elaborar un excelente dialogo, es tratar de alcanzar metas en conjunto con cordialidad, entusiasmo y tolerancia. Esto lo vemos claramente reflejado en nuestro país, donde cada departamento tiene sus propias costumbres y formas de negociación, para dar un ejemplo: Los paisas, son muy buenos en la negociación distributiva (ganar-perder), ya que maneja muy bien el regateo, las rebajas, las promociones que llaman fácilmente a las personas para que compren, esto es parte de una estrategia para vender más y mover la mercancía aunque a veces sientan que le pierdan algo a lo que venden. Con esto se puede conseguir muy buenos resultados, pero son de muy corto plazo. Se puede tener un perdedor pero al mismo tiempo un enemigo.
En la negociación distributiva hay competencias porque solo uno quiere ganar, estos deseos de ganar impulsa a las personas a crear conflictos con otras personas. Muchas de las veces quieren ganar a costa de otros. No les interesa mantener una relación con las personas sino que sus únicos objetivos es ganar.

La negociación integrativa ambos objetivos se cumplen y ambas parte se muestran satisfechos.
Citando a Peter Economi,Una negociación en la que todos ganan permite que las dos partes alcancen sus objetivos”.

La confianza es importante en todo tipo de negocios, se puede decir que es una base fundamental y esto mismo hace que ambas partes tengan una buena relación comercial por un largo tiempo.
La confianza requiere que ambas partes se comprometan, porque muchas veces se dan malas interpretaciones, cuando existe la confianza.
Por ejemplo: Pienso vender panes: Mi objetivo introducir o vender panes integrales y distribuir con clientes locales. Les ofrezco panes de la mejor calidad de la región. Utilizo la mejor materia prima y le doy a un precio accesible. Resulta que mi cliente me pide una fuerte cantidad de panes para el siguiente día y no me anticipó antes. Pero tengo un problema no tengo suficiente materia prima, para cumplir ese compromiso y compro materia prima con baja calidad. Pero como sé que es un cliente que siempre ha comprado conmigo, de seguro que no diría nada si le entrego panes de baja calidad o simplemente no se dará cuenta. En este caso se puede decir que estoy aprovechándome de la confianza de mi cliente y él por no anticiparme pierde sus clientes.
En este ejemplo puede entrar la falta de comunicación. La comunicación es esencial en el negocio. Ya que en ella se manifiesta, se expone los deseos y sus necesidades. Citando nuevamente al autor, Peter Economi dice que “Es a través de la comunicación que expone su postura y consigue realizarla al llegar a un acuerdo con otras personas. Al mismo tiempo, su interlocutor puede proponerle otras demandas como condición para acceder a lo que usted exige”.

Por último la opinión de los extranjeros sobre nosotros, este es un pensamiento muy complicado y por consiguiente imposible de cambiar de la mente de un extranjero, ya que toda la historia de Colombia nos muestra la forma en que nosotros negociamos y ese comportamiento quedara siempre grabado en la mente de los demás, nosotros mismos creamos esa imagen por fuera del país, tendrían que pasar muchas generaciones y haber un cambio real en nuestra cultura para que se cambiara el punto de vista de un extranjero sobre nosotros más lo que ahora podemos hacer es intentar que la negociación sea lo más concisa y clara posible, no entrare en detalle cómo mejorar la relación entre culturas a la hora de negociar pero lecturas acerca del tema (Tips para negociar con empresas de diferentes culturas) lo mejor que se puede hacer es conocer la cultura con la que se va a negociar e intentar entablar una conversación sana de gusto tanto para el extranjero como para uno mismo, halla comodidad y llegar al punto del tema tratado es ante todo la estrategia más eficaz para cerrar con éxito un proceso de negociación.

 Conclusión:

·         Aunque todos pensemos diferente sobre la teoría de la negociación y sus implicaciones. Cada día negociamos de una manera u otra. Quizás muchos realizan la negociación distributiva y les animo a hacer un cambio en el que todos ganemos es decir ser partícipes de la negociación contributiva, ganar-ganar.

·         Les invito a meditar en nuestra actual forma de negociación con éste pensamiento que dice: “No puede haber progreso salvo en el individuo y por el individuo”. - Charles Boudelaire

·         Se puede decir que los dos modelos de negociación, no son malos solo que los colombianos podríamos reflexionar, de nuestra forma de negociar y empezar a cambiar nuestro estilo de negociación tanto para mercados nacionales como internacionales, acoplarnos a nuevas culturas utilizando estrategias como investigando acerca de sus comportamiento, costumbres, mantener una relación de negocios con cordialidad y respeto por el colega, alejar lo personal de lo laboral, pensar a largo plazo, crear valor. Por consiguiente surge esta pregunta  ¿Qué tan hábiles somos los colombianos para aprovechar ese espíritu negociador con mercados internacionales?

Referencias Bibliográficas:

·         Fuente Principal: Libro “Como Negocian los colombianos”. Enrique Ogliastri Ph.D.

·         Foro: Tips para negociar con empresas de diferentes culturas. MBA educación ejecutiva. Cristina Vílchez

·         El arte de la Negociación, Peter Economy. Editorial Mc Graw Hill. 1994

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